Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2022

Una rosa amarilla para Catalina Lasa

  Catalina Lasa y Juan Pedro Baró Por: Mariluz Samper/profesora instructora de Literatura en la Casa de Cultura de Plaza Caminar por la hermosa avenida Paseo de El Vedado, prepara favorablemente el espíritu del transeúnte para comprender las travesuras de Cupido que, culpando a su extravío, disparó sus flechas directo al corazón de Catalina Lasa del Río y de Juan Pedro Baró. Atrevióse el Dios a bajar del Olimpo a desafiar las leyes humanas. De inmediato, con el índice levantado, dictó sentencia para los flechados. ¿Qué importa si fue en un salón del elegante París, o en la romántica Habana del siglo XIX, donde se conocieron los amantes? Lo cierto es que Catalina estaba casada con Pedro Luis Estévez y Abreu, hijo de un importante político y de una respetada y filantrópica dama: Martha Abreu. La boda había tenido lugar a finales de 1898 en Tampa por encontrarse Cuba en los fragores de la Guerra de Independencia. Pero una vez terminada la contienda regresan a Cuba y se establecen en La Ha

Reina Mercedes: primer hospital moderno y científico de La Habana

  El 8 de febrero de 1886 abrió sus puertas el Hospital “Nuestra Señora de Las Mercedes”, conocido como Reina Mercedes, en la manzana comprendida entre las calles 23 y 21, L y K, en el espacio que desde 1966 ocupa la famosa heladería Coppelia. Dicen que albergó en sus salas de hospitalización a Máximo Gómez, Calixto García, Benny Moré, Hemingway, Rita Montaner o Alicia Alonso, entre otros enfermos célebres. Se diseñó con pabellones aislados y ventilados a patios interiores. Según el cronista Ciro Bianchi Ross, el Reina Mercedes  fue el primer hospital moderno y científico de que dispuso la ciudad. Con el nombre de la esposa del rey Alfonso XII, se inauguró en 1886 gracias al empeño de un grande de la medicina cubana: el doctor Emiliano Nuñez, padre de otro destacado médico que desempeñó la cartera de Sanidad, y al legado de tres figuras acaudaladas: María Santa Cruz de Oviedo, Salvador Samá, Marqués de Marianao, y Joaquín Gómez. A la filantropía de esos personajes se sumó, por parte de