El 8 de febrero de 1886 abrió sus puertas el Hospital “Nuestra Señora de Las Mercedes”, conocido como Reina Mercedes, en la manzana comprendida entre las calles 23 y 21, L y K, en el espacio que desde 1966 ocupa la famosa heladería Coppelia.
Dicen que albergó en sus salas de hospitalización a Máximo Gómez, Calixto García, Benny Moré, Hemingway, Rita Montaner o Alicia Alonso, entre otros enfermos célebres. Se diseñó con pabellones aislados y ventilados a patios interiores.
Según el cronista Ciro Bianchi Ross, el Reina Mercedes fue el primer hospital moderno y científico de que dispuso la ciudad.
Con el nombre de la esposa del rey Alfonso XII, se inauguró en 1886 gracias al empeño de un grande de la medicina cubana: el doctor Emiliano Nuñez, padre de otro destacado médico que desempeñó la cartera de Sanidad, y al legado de tres figuras acaudaladas: María Santa Cruz de Oviedo, Salvador Samá, Marqués de Marianao, y Joaquín Gómez.
A la filantropía de esos personajes se sumó, por parte del Ayuntamiento de La Habana, el fruto de la venta de los terrenos del viejo hospital de San Juan de Dios, en la calle del mismo nombre, en La Habana Vieja.
Todavía en 1922, un experto en materia de salud, el doctor Jorge Le Roy Cassá, afirmaba que el Reina Mercedes «nada tiene que envidiar a los mejores del mundo».
Por la calidad de sus servicios y la propia distribución arquitectónica del centro, figuraba entre las casas de salud más perfectas de su tiempo.
Allí se iniciaron y organizaron no pocas especialidades médicas y su cuadro facultativo fue notable.
Francisco Domínguez Roldán introdujo la Radiología; Ángel Arturo Aballí, la Pediatría; y Nicolás Puente Duany desplegaba la lucha contra el cáncer.
Muertos Mercedes y Alfonso, el hospital pasó a llamarse Nuestra Señora de las Mercedes, aunque la ciudadanía lo conoció por Hospital Mercedes.
La ciudad crecía y el centro hospitalario quedó encajonado en una zona altamente poblada y de mucho tránsito.
Ya en 1954 comenzó a recomendarse su traslado. El valor del suelo había crecido exponencialmente, y el terreno que ocupaba, valorado en 7 000 pesos en 1886, fue vendido en 300 000 a la Compañía Constructora Monterrey S. A.
El Reina Mercedes fue demolido en agosto de 1958, para renacer en una nueva sede: el actual Hospital Universitario Comandante Manuel Fajardo, médico del Ejército Rebelde.
Con el triunfo de la Revolución se construye, por parte del recién creado Instituto Nacional de la Industria Turística (INIT), en la manzana que después fue Coppelia, un parque dotado de cafetería, restaurante, bar y un cabaré que llevó el nombre de Nocturnal.
*Con información de un artículo del periodista Ciro Bianchi
Comentarios
Publicar un comentario