Hoy le contamos la historia del movimiento vinculado a la agricultura familiar en el barrio de La Timba. También los invitamos a conocer a su principal impulsor:
Su nombre es Oscar Águila Sarduy.
En la foto lo vemos junto a Acela Delfina Muguercia (Finita), quien fuera la coordinadora de la Zona #41 hasta principios de este año 2021.
Finita lo conoce desde que tenía cuatro años y me confiesa que se emociona cuando le preguntan por el muchachito:
“Es un excelente niño. A pesar de que proviene de una familia disfuncional ha sabido sobreponerse a las dificultades. Desde chiquitico me ayudaba a organizar las reuniones del CDR, dice.
Para sorpresa de muchos, Oscarito es el presidente del Comité de Defensa de la Revolución (CDR) #3, de la Zona #41. Además, es reconocido como el coordinador más joven de toda Cuba.
Oscarito me invita a la casa de Diana Porte Matos. Nos recibe una mujer delgada, de 36 años, que se presenta como la vigilante zonal.
Hace más de dos años comenzó a cultivar el patio de su hogar. Su familia y algunos de sus vecinos se han visto favorecidos con lo que ha logrado cosechar.
En un recorrido por el patio delantero me muestra especies frutales como: mango, guayaba, maracuyá y plátanos.
El patio interior lo ha destinado a las plantas medicinales, entre ellas: orégano, anís, sábila, manzanilla, jenjibre y cúrcuma.
Estoy orgullosa con lo que hago. Ojalá pudiera ayudar más a mis vecinos. Tengo cosecha casi todo el año de plátano fruta y piña. Algunas plantas son injertos y a veces dan frutos fuera de la estación, explica Diana.
El presidente del CDR coloca en la puerta de la casa una pegatina que reza así: Mi casa contribuye a la producción de alimentos para minimizar los efectos del bloqueo.
Entonces vamos a la humilde morada de María Victoria Pérez quien me cuenta que siempre le ha gustado sembrar y cuando tiene una duda consulta Internet.
Su hijo tuvo la idea de reutilizar neumáticos de carros para crear los canteros donde recientemente cosechó frijoles colorados y garbanzos.
En el área aledaña a su vivienda tiene sembradas espinacas, habichuelas, una mata de frutabomba, tomate, ají picante y cachucha, plantas medicinales, boniato, guayaba, mango y naranjas agrias en macetas.
Oscarito también coloca la pegatina en la puerta de María Victoria y me invita a los patios de otros habitantes del lugar pero realmente es tarde y amenaza con llover.
Me voy con la satisfacción de haber conocido a personas humildes pero con la sabiduría necesaria para hacer producir la tierra para el consumo de la colectividad.
Mi deseo es que experiencias como estas se sigan multiplicando, donde sea posible, haya terrenos baldíos dentro de la ciudad y la voluntad de cultivarlos.
texto, fotos y video: Maya Quiroga
*El texto completo se puede leer en la revista digital Cubahora
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