¿Sabían que la Virgen del Carmen o Nuestra Señora del Carmen es la patrona de los marineros y de los antiguos habitantes de la barriada que constituye el centro histórico de lo que hoy se conoce genéricamente como el reparto Vedado?
Cada 16 de julio el Santoral Cristiano celebra el día de Santa María del Monte Carmelo.
Hoy hablaremos de la iglesia de estilo neogótico consagrada a la Virgen del Carmen que se comenzó a construir en la barriada habanera del Carmelo en agosto de 1872 y cuyo templo se habilitó para el culto en septiembre de 1883.
Por: Avelino Víctor Couceiro Rodríguez
La ermita de la Virgen del Carmen, de la que era devota Carmen Espino, señora de la estancia y hacienda homónima, se ha señalado en la actual calle 16 entre 13 y 15, donde se levanta aún la primitiva iglesia.
Sin embargo, el periódico semanal El porvenir del Carmelo, revitalizado a fines del siglo XX, la situaba en 18, cerca de la esquina con Línea, donde en 1860 estaba la capilla provisional de las Canteras para sus primeros constructores y pobladores. Por la antigua cantera hacia el río estaba un farallón rocoso, donde se construyeron las primeras viviendas, sobre todo, para recreo o veraneo, y las más definitivas proporcionalmente a las condiciones.
En torno a esta virgen como santa patrona local se estableció el mencionado caserío del Carmelo, que pretendía construir una capilla de madera provisional donde había estado la pequeña ermita hasta entonces.
El 15 de enero de 1860 se ofreció la primera misa para la comunidad, por el párroco interino de Montserrate (de los catalanes en Cuba) Francisco de Paula Gispert en la antes ermita. En ese espacio ya se proyectaba la actual iglesia de 16 entre 13 y 15, popular y erróneamente llamada «Iglesia del Derrumbe» por su aspecto ruinoso.
En realidad, nunca quedaría concluida su construcción, pese a los esfuerzos ulteriores del fraile dominico español Padre Reginaldo Sánchez Pastor y Herrera (1889-1952, en Cuba desde 1907), quien fallece en el convento de San Juan de Letrán.
Desde el convento los dominicos dirigían sus instalaciones en estas comunidades y ya la Iglesia del Derrumbe no era de los carmelitas (tenían en El Carmelo el convento en 13 y 24 y la iglesia de Línea y 16) sino de los dominicos, hoy con la parroquia del Rosario.
Los más humildes del barrio, a quienes se consagró Reginaldo, le conservan un busto en el parque frente a la iglesia, centro histórico local, por cuya preservación tanto luchó frente a intereses.
Esta Iglesia del Derrumbe, entre otros valores patrimoniales, aún atesora el recinto, un altar neoclásico de 1859, vidrieras alemanas con motivos dominicos de gran belleza y calidad y las imágenes de san Blas y santa Lucía, que atraían, en sus respectivas fechas, a devotos de toda la ciudad y de otras regiones del país, con sus rogativas por la garganta y la vista.
La virgen del Carmen, festejada desde el año 1251, está muy vinculada con los mares, que no por azar identifican al Carmelo. Aquí desde el siglo XIX y primeras décadas del XX se celebraba su procesión de septiembre en embarcaciones a través de las olas costeras entre La Chorrera y la actual Paseo y Malecón. Era la fiesta patronal local por excelencia, a la que se agregaría casi de inmediato la Fiesta del Niño Jesús de Praga, de raíz checo-española.
Hasta la Revolución se mantuvo la fiesta popular más concurrida y relevante de El Carmelo, la tradicional Procesión del Santo Entierro los Viernes Santos. Desde los más diversos y remotos rincones de la ciudad acudían los fieles a ser testigos del descendimiento de Jesús de la cruz y su colocación en una urna, que hacía las veces de féretro (de ahí el nombre de Santo entierro) y en la procesión, desde la iglesia por 17 hasta E (calle Baños) y G, Vedado, a regresar por Línea con una banda de música, desfilaban en una carroza figuras que representaban la Pasión de Jesús, famosas por la belleza de sus imágenes de tamaño natural y su orden y recogimiento.
Fue por todo ello y más que desde las investigaciones en la Dirección Municipal de Cultura, el 5 de mayo de 1993 (aniversario 134 del Carmelo), para el III Simposio Territorial de Estudios Culturales, se reabrió como sede esta iglesia entonces en desuso (salvo para filmar algunas películas) y el parque como centro histórico local. Recuperó también el topónimo Carmelo cuando se pretendía llamar Chullima a toda esta comunidad, e incluso al Nuevo Vedado, por los astilleros homónimos en la desembocadura del río desde 1961.
Fuente:
Couceiro Rodríguez, Avelino Víctor. El Carmelo y El Vedado: los 160 años de dos barriadas hermanas patrimoniales. Revista de Estudios del Desarrollo Social: Cuba y América Latina, (On-line). 2020, vol.8 no.1 (citado 2021-07-16), 19. Disponible en:http://scielo.sld.cu/scielo.php - Scientific Electronic Library Online. versión ISSN 2308-0132. Epub 14-Abr-2020
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