Por: arquitecto Juan García Prieto
Hay que salvarlo todo. Es mi vida entera, decía sosegada pero afirmativamente, mientras nos mecíamos en sendos sillones donde nos acomodamos el uno frente al otro. Se apretaba las manos entrecruzando los dedos. Me hablaba recorriendo con la vista las cuatro paredes de la sala de estar-comedor toda llena de fotos y recuerdos…
Son todos mis amigos. Mis hijos, mis nietos. La familia. Los vecinos… es el barrio. Me comentaba a intervalos. Yo nací aquí, las reuniones, las fiestas, eran ya una tradición. Nos prestaban los locales, dentro del Zoológico, las fiestas de los ancianos, o en el comedor comunitario, con los niños en el Plan de la Calle… Teníamos una Sociedad de Vecinos, en una casa si no se entregó, creo que la convirtieron en vivienda…
Mi abuela Josefa (Fernández Rodríguez) vino de España en 1819, en la finca del Obispo, en los terrenos donde después hacen el Zoológico y entonces se mudan para acá, para Mazarredo.
Ya existía la tradición del muñeco de San Juan que la sigue mi madre Isabel (López Fernández) y la continúo yo…
De la noche del 23 a la mañana del 24 de junio se hacía la quema del muñeco en la zona más alta del barrio en el Jagüey…
Mi esposo Israel (Naranjo Aguilar) hacía él mismo el muñeco y los vecinos y amigos donaban la ropa, camisa, pantalón, saco, zapatos, de todo ¡No le faltaba nada! Y recogíamos hojas secas y yerbas aromáticas para rellenarlo y que el humo fuera agradable. No usábamos ni gasolina ni petróleo era con alcohol que lo humedecíamos para la quema… si, así no apestaba…
A mí (Raquel) me gustaban mucho las fiestas, desde chiquita, las disfrutaba mucho. Personalmente preparaba las croquetas, el cake, pastelitos y saladitos. También teníamos audio y música… ¡La pasábamos tan bien!
Le repito: ¡No podemos perder estos recuerdos!... Me siento feliz, recordar es volver a vivir, sí, pero yo quiero hacer vivir los recuerdos otra vez…
¡Qué los jóvenes, que eran niños se incorporen! ¡Y los niños nuevos igual! ¡Los mayores y ancianos vamos a vernos y conversar como antes! ¡Sí! ¡Quiero la tradición VIVA aquí en ALDECOA!
Raquel Prieto López vive en Empírio entre Avenida 26 y la calle Ulloa, en el barrio de Aldecoa, del Consejo Popular Nuevo Vedado Puentes Grandes. Nació aquí y retiene con amor en su mente las tradiciones festivas de la comunidad máxime por estar vinculada al Día de la quema del muñeco de San Juan.
¿Prieto?, le comento. Tengo igual el apellido por mi madre gallega. Mi padre era asturiano. Si, responde, mi familia vino de Galicia.
Yo guardo muy buenos recuerdos de los españoles. Trabajé muchos años en la Embajada en servicios y me retire en el 2006 y el Embajador o el Cónsul –no recuerdo bien- pues me hablan para que les dijera algo que yo quisiera, tú sabes, alguna prenda o ropa, algo… y yo les pedí que lo que quería de despedida era una fiesta muy linda donde participaran todos en la Embajada y yo pudiera departir con ellos y así despedirme de todos: y así lo hicieron.
Fue una despedida riquísima. No se me va a olvidar nunca y me dieron un diploma, mira y fue a descolgarlo de la pared y lo puso en mis manos… Bello diploma del Consulado Español de agradecimiento y reconocimiento a su gran profesionalidad y dedicación por sus 20 años en el Consulado.
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