Para 1958 su frente marítimo había conquistado las alturas en su silueta. Se alternaron, con diseños de arquitectos cubanos y extranjeros, edificios mixtos destinados a oficinas y apartamentos, con otros concebidos para hoteles, a partir de las nuevas leyes para promover la inversión inmobiliaria.
Sin embargo, la vocación por las alturas en El Vedado data de las primeras décadas del siglo XX, periodo “republicano” del que aún se conservan los icónicos Hoteles Palace, Presidente y Nacional que expresan las elegantes tendencias arquitectónicas del estilo ecléctico de su época, y el singular exponente del estilo Art Decó (Edificio López Serrano), cuya altura predominó hasta la construcción del edificio FOCSA en 1956.
Al experimental Girón, de estilo brutalista en apogeo en los años 60, se agregaron el hotel Meliá Cohíba y el edificio inmobiliario Atlantic, otros proyectos extranjeros sin relevancia, y algunos prefabricados de viviendas.
No obstante, los vacíos identificados por los planificadores urbanos para nuevas inversiones han sido objeto de una rica tentativa proyectual, basada en programas funcionales diversos, flexibles e inclusivos de las diversas actividades que demanda El Vedado como espacio principal en la ciudad capital.
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