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Belleza y confort en una biblioteca al servicio de la comunidad


Por: Maya Quiroga

Con la presencia de la Dra. Graziella Pogolotti, Presidenta de la Fundación Alejo Carpentier reabrió en la Casa de la Cultura de Plaza de la Revolución, la Biblioteca Municipal que a partir de ahora lleva el nombre del Premio Cervantes, 1977.

En el acto, la Dra. Pogolotti recordó que el otrora Lyceum y Lawn Tennis Club patrocinó la primera biblioteca pública circulante para adultos y niños que existió en Cuba.

A esa tradición fundadora queremos dar continuidad con la reinauguración de esta biblioteca con fondos que fueron acopiados por Lilia Esteban, la viuda de Carpentier, que también aspiraba a poner al alcance de todos, lo mejor de la literatura cubana y universal, dijo.

En este contexto, apuntó que la labor de la biblioteca habrá de volcarse al trabajo en la comunidad, atendiendo a todos los grupos etarios y, particularmente, a los niños y jóvenes, con el propósito de estimular, fomentar y desarrollar los hábitos de la lectura, de acuerdo con los principios de una Política Cultural que inauguró la Revolución con la publicación de una edición popular de Don Quijote de La Mancha, de Miguel de Cervantes lo que, por cierto, es bueno recordar en el Día de la Lengua Española.

Señaló que la biblioteca, con toda justicia, lleva el nombre de Alejo Carpentier no solamente por lo que representó uno de los protagonistas de la renovación de la narrativa latinoamericana, sino también, porque el escritor dedicó buena parte de sus esfuerzos, de su trabajo vital, a la promoción y la animación de la cultura. Lo hizo en el ámbito de las artes plásticas, la música y desde luego, de la literatura.

La Dra. Pogolotti recordó que el autor de El reino de este mundo fue el primer director de la Editora Nacional de Cuba, después del Triunfo de la Revolución.

Con esta acción, la Fundación que lleva el nombre del escritor de El siglo de las luces, cumple con uno de sus objetivos: además de investigar y difundir su obra, nuestra razón de ser está en la contribución a la difusión y la revitalización de la cultura nacional.

A través del libro y de la lectura, contribuiremos, sin lugar a dudas, a este propósito trabajando con los niños, los adolescentes, los adultos mayores y todos aquellos que sean portadores de un interés, de una curiosidad, de una voluntad de aprender y de crecer, espiritualmente.

Estamos, pues, en vísperas de la arrancada de una labor que habrá de ser sistemática y esperamos que redunde en beneficio de todos y en particular, en beneficio de esta comunidad.

Por su parte, Harold Vergara, director de Cultura en el Consejo de Administración de Plaza subrayó que este es el arranque de una nueva carrera que vamos a emprender, por sobre todas las cosas, para revitalizar la necesidad de leer y de que las políticas públicas nacionales se interconecten con políticas públicas territoriales.

Agradeció a la Dra. Pogolotti por la donación o préstamo de valiosos fondos a la Biblioteca Municipal Alejo Carpentier.

En ese sentido, estamos en un lugar mágico y hoy revitalizado, con una mirada de biblioteca pública nuevamente, que impactará en los ocho Consejos Populares. Es la única biblioteca de su tipo que presta servicios comunitarios en Plaza de la Revolución, advirtió.

Además de la sala para el público adulto el nuevo espacio cuenta con un área infanto-juvenil. 

A su función tradicional de préstamo de libros o la lectura de estos en el local, la institución sumará clases magistrales y conferencias a cargo de Premios Nacionales de varias manifestaciones.

Aquí se fundará el Club de Cinelitura, donde se vincularán el mundo audiovisual con la literatura y se mostrará cómo esta última ha hecho posible que la letra muerta, en forma escritural, devenga espacio de significación.

Vergara acotó que la Dirección de Cultura de Plaza, de manera mancomunada con los Consejos Provincial y Nacional de Casas de Cultura y otros organismos e instituciones, aunará voluntades para que la biblioteca no se convierta en vitrinas muertas: “Esto está para habitar, metafóricamente para ser destruido, y que cohabite la energía de cuantos grupos etarios y espacios se funden”.

En otro momento de su intervención expresó el orgullo que siente por las labores constructivas realizadas en este inmueble que en el venidero mes de mayo cumple 80 años de fundado y es la primera vez que se le hace una reparación capital, a nivel de la cultura del detalle.

A manera de primicias adelantó que en la biblioteca se trabajará con los llamados nuevos medios destinados a las personas con discapacidad visual, con e-books y libros en Braille. Además se pondrán al servicio de la comunidad diez computadoras, con conectividad a la red de redes.

Otra noticia es que cuando concluya la restauración de toda la Casa, el edificio se desconectará del Sistema Electro energético Nacional al colocarse en su azotea un grupo de paneles solares, lo cual tendrá un gran impacto ecológico.

En opinión de Vergara, es posible dimensionar la cultura comunitaria, a partir de una proyección estratégica, prospectiva, proactiva y proyectiva, con una mirada gerencial, financiera y empresarial que sea autosustentable.

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